Mide tus palabras
Hace unos días observé como una simple palabra puede
ocasionar una gran tristeza en el corazón, para las personas que las dicen sin
pensar puede que sea algo tan simple o una manera graciosa de opinar, sin
embargo, lo que te dicen no se olvida así de rápido y más cuando es una ofensa
de manera ¨chistosa¨. Al mismo tiempo,
los halagos y esas tiernas palabras pueden causar un gran afecto hacia una
persona… Pero decirlas sin sentir ese cariño o amor, causará una decepción, por
ello es tan importante medir las
palabras que utilizaremos para expresar lo que se siente, ya sea afecto,
molestia o diversión.
Al momento en que me di cuenta en que unas simples
palabras pueden causar tanta tristeza pensé en esas personas que sufren
bullying por su color de piel, nacionalidad, peso, altura o cualquier otro
prejuicio, o esas personas que en vez de comentar algo positivo dicen lo más
negativo de ti y lo mal que se debe sentir la persona afectada.
Como bien dicen, siempre habrá alguien que te juzgará
por lo que haces, así sea bueno o malo y como una vez leí ¨ Los prejuicios
nacen de la ignorancia¨ nadie conoce más tu vida que tú mismo, por ello
obviemos lo que piensen y te digan los demás, no es fácil, pero ¿De qué sirve
hacer caso a lo que dicen las personas de ti? Para mí no sirve de nada, estaría
viviendo como los otros quieren que viva y esa no sería mi vida.
La idea está es hacer la diferencia y no ser como los demás
quieren que seas y aprender a escuchar sin juzgar, hablar sin ofender y
observar sin despreciar; si todas las personas llevaran a cabo esos tres pasos
no hubieran tantos corazones rotos ni humillaciones, se sabe que nadie es
perfecto, aunque ¨razonando bien lo que se dirá y que cada quien vive un mundo
distinto al tuyo¨ todo sería mejor. Por lo tanto, en vez de burlarte, ayúdalo y regálale una sonrisa.
Finalizo con esta frase de Albert Einstein ¨Todos
somos genios, pero si juzgas a un pez por su habilidad de trepar árboles, vivirá
toda su vida pensando que es un inútil¨.
Una simple palabra te puede enamorar como también decepcionar
Ana Karina Muñoz
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